El minado de criptomonedas está muerto. Y si aun no lo está, lo estará pronto. Se acabó. La fiebre ha remitido. Recoge tus aparejos y vete. Y si no me crees en este artículo te explico porqué deberías quitarte de la cabeza minar criptomonedas en 2020.
Repasemos los factores que afectan a los beneficios del minado.
- El precio de las criptomonedas
El boom del minado fue principalmente el resultado del crecimiento explosivo de las criptomonedas entre 2016 y 2017. A mayor precio, mayores los beneficios de minar. Hoy en día, a finales de 2019, los precios se mantienen más o menos estables y las recompensas de minar, después de pagar la maquinaria y la energía, apenas sacan algo más que el ROI (retorno de inversión).
- El tiempo dedicado a encontrar un bloque
Cuanto más frecuentes son los bloques, mayor es la recompensa. Por poner un ejemplo, en Bitcoin se encuentran 144 bloques diariamente, mientras que con Ethereum encontramos 270 bloques por hora.
- La dificultad de la red (hashrate)
Las recompensas son menores cuanto mayor es la dificultad, o lo que es lo mismo, cuando hay más mineros compitiendo.
- La suerte
La suerte está directamente relacionada con las recompensas. Simplemente hay mineros con más suerte que otros, pero recuerda que el tiempo siempre pone a todos en su lugar.
¿Cuál es el futuro de la minería a partir de 2020?
Para intentar esclarecer el futuro de la minería debemos echar un vistazo al pasado y más especialmente a la moneda de referencia, Bitcoin. Hasta 2011 Bitcoin estuvo siempre por debajo de $1.00. En 2013 superó los $1,000 per cayó de nuevo. En 2015 empezó en $200 y empezó a crecer sin freno.

cotización Bitcoin 2013-2018
Esto incrementó exponencialmente el número de mineros, y en consecuencia la dificultad de la red.

Dificultad de la red Bitcoin (hashrate) 2009-2018
Durante este tiempo los mineros se dieron cuenta de que usando GPUs obtenían una ventaja significativa, y una vez todos los mineros estaban en igualdad de condiciones aparecieron los ASICs, circuitos especialmente construidos para la minería que ofrecían un hashrate aun mayor que las GPUs. El Antminer S9, ASIC por excelencia, llegó a costar la friolera de $5,000. Su potencia de cálculo rondaba los 14 Th/s. Esto es lo mismo que decir 14 billones (14.000.000.000.000) de operaciones hash por segundo.
En 2011 el hashrate de la red Bitcoin era de tan sólo 1 Th/s, lo que significa que un sólo Antminer S9 era 14 veces más potente que toda la red.
En 2013 la red correspondía a la potencia de diez Antminer S9.
En 2015 llegó a 400.000 Th/s, o lo que es lo mismo treinta mil Antminer S9.
En 2017 la red llegó a 14.000.000 Th/s lo que equivale a un millón de Antminer S9.
A mediados de 2018 el hashrate hizo cumbre, y ya casi no había nuevos mineros.
Así pues la conclusión es que el número de mineros ha parado de crecer. El actual precio del Bitcoin no compensa la compra de nuevo equipamiento. Un Antminer S9 retorna algo más de $2 al día mientras que consume 33,6kWh, por lo que si pagas el kWh a $0,07 ya estás en pérdidas. En España el precio medio del kWh es $0,12. La conclusión es sencilla, es más barato comprar Bitcoins en lugar de minar, y esto es extrapolable a casi todas las criptomonedas.
PoW. Derroche de energía, lentitud y centralización.
Como ya sabrás, los algoritmos Proof of Work son los que dominan el consenso en la mayoría de blockchains actuales y el motivo de que exista la minería. Han permitido la creación y adopción temprana de las redes blockchain, pero tienen varios problemas insalvables.
En primer lugar son muy ineficientes. Imagina millones de ordenadores gastando millones de kWh intentando encontrar una solución a un complejo problema matemático para que al final, uno y sólo uno, la encuentre. Eso significa que todos los demás millones de kWh se transforman simplemente en calor y CO2, algo que a día de hoy nos sobra. Se estima que, al día, la energía diaria en resolver los bloques Bitcoin podría alimentar a un país como Bolivia. Pues toda esa energía, a la basura.
En segundo lugar, son poco escalables. A medida que el número de transacciones en cadenas de bloques PoW va subiendo, este problema se va haciendo más y más patente. Por ejemplo, en Bitcoin, la capacidad de procesamiento de transacciones en cadena está limitada por el tiempo medio de creación de bloques de 10 minutos y el límite de tamaño de bloque de 1 megabyte. Éstos limitan conjuntamente el rendimiento de la red. La capacidad máxima de procesamiento de transacciones estimada usando un tamaño promedio o mediano de transacciones está entre 3,3 y 7 transacciones por segundo. Ethereum puede llegar hasta 20. Soluciones centralizadas como Paypal llegan a casi 200, mientras que las transacciones por segundo de Visa se acercan a 2.000. Si queremos que las soluciones blockchain sean una alternativa real debemos abandonar los algoritmos de consenso PoW para hacer el sistema más escalable. Ethereum está ya implantando Serenity, el primer paso en la transición a un algoritmo PoS (Proof of Stake).
En tercer lugar son susceptibles a la monopolización, ya que otorgan ventajas injustas a actores con más recursos. La ecuación es fácil: cuanto más dinero tienes, más probabilidades tienes de ganar una recompensa por minar, o incluso de llegar al temido 51% de potencia de la red que te permitiría controlarla. Hoy en día, a finales de 2019, el 60% de los bloques de Bitcoin se resuelven a través de 5 mining pools. En teoría podrían ponerse de acuerdo y consensuar bloques incorrectos o ilícitos (por ejemplo duplicando transacciones), tomar el control de la red, y desvirtuarla, rompiendo así la confianza de los usuarios en la moneda.
Esto ha creado la incómoda situación en la que se pone de manifiesto que Bitcoin, Ethereum y otras blockchains no son tan descentralizadas como pretendían, lo que amenaza su razón de ser, su independencia y su utilidad a nuestra sociedad.
Como comentaba, Ethereum ya está implantando su cambio de algoritmo. Como consecuencia de ello, está desincentivando el minado hasta tal punto que ha llevado a los desarrolladores a implantar una bomba de tiempo para que el minado de Ethers sea más y más difícil cada vez hasta convertirlo en inviable. Esto junto a otras tecnologías como el Sharding y los Smart Contracts, hará que Ethereum sea, a medio plazo, una red blockchain sostenible, escalable y más democrática.
Mi consejo a finales de 2019: compra Ethers. Si tienes hardware de minado y has recuperado ya tu inversión, seguir minando te repercutirá pocos o nulos beneficios en función del coste de la electricidad, y esto va a ir a peor, por lo que quizá es buena idea ir vendiendo tus GPUs a gamers. Si tienes ASICs, de verdad que lo siento, pero dentro de poco serán bonitos pisapapeles.
El minado y los algoritmos PoW han servido para impulsar e implantar la tecnología blockchain y debemos estar agradecidos por ello, pero su tiempo ya pasó. Han cumplido su función y ahora están muriendo de viejos. La tecnología blockchain tiene que desterrar el minado y los algoritmos PoW si quiere seguir avanzando y ser una alternativa real.