¿Qué formación tengo?, ¿A qué sector pertenezco?, ¿qué experiencia tengo?, ¿qué puesto de trabajo estoy buscando?
Estás son solo algunas de las preguntas, que bien a través de formularios con listas interminables, o bien contestando a preguntas de seleccionadores, responsables o gerentes, tratan de etiquetar y aglutinar grupos homogéneos bien en montoncitos de CV, bien en plataformas o SW especializados en reclutamiento que posibilitan la idoneidad o no de un candidato a un puesto determinado. La edad, dónde vives, y por supuesto el sexo, será otro determinante más en esa agrupación, repito “idónea” para el seleccionador en cuestión.
Desde que empecé a trabajar mediados de los años 90 dónde había trabajo en abundancia, en casi todos los sectores, siempre me preguntaban ¿tú qué eres? o ¿A qué te dedicas? En muchas ocasiones dudaba qué responder, porque había nombres de “puestos” que no correspondían en absoluto a la labor que realizaba, finalmente respondía un “AUX.ADMINISTRATIVA” que corresponde a ese cajón desastre, dónde cabe todo, independientemente de las responsabilidades, competencias, tareas e iniciativas que tuvieras.
Ese “AUX.ADMINISTRATIVA” me sirvió para puestos en programación de tripulaciones, en compras, en ventas, en RRHH, en back office de recepción, en IT el sector retail, cómo camarera…etc.
Todo ese tiempo aprendí muchísimo, y adquirí muchas competencias y conocimientos conforme iba madurando, pero aún no tenía mi “etiqueta”.
Por aquel entonces mi posibilidad de crecimiento en algunos puestos se veía mermada por que no tenía estudios superiores. Aproveché entonces los años de crisis para formarme, pensando que cuando uno estudia a los treintaypico ya no lo haces pensando qué carrera tiene más futuro, sino cual es la que más te late.
A lo largo de estos años también había hecho voluntariado, y estudiar Educación Social, era una manera de profesionalizarme en olvidado tercer sector. Conseguí graduarme en la primera promoción de Grado en Educación Social en 2013 por la UNED.
¡¡Por fin tenía mi etiqueta!!, ya podía decir que era EDUCADORA SOCIAL, luego vendría la falta de empleo de este sector, y la falta de experiencia en el mismo que reducían mis posibilidades al mínimo.
Después llegó la maternidad, eso que ni el mejor de libro de crianza podría describir porque es diferente para cada mujer, es diferente para cada experiencia, es diferente, para cada existencia. Ser madre, (también padre, por supuesto) debería ser parte de cv, y lejos de ser un excluyente para algunos puestos (que lo es), debería ser uno de los méritos más valorados, por todos y cada una de las cosas que el ser humano es capaz de hacer por los hijos.
Estas letras, son solo para explicar que uno es mucho más de lo que pone en su cv, que uno vale también por su experiencia vital, porque entre un blanco y un negro, hay tantos y tantos matices…
Soy consciente que los procesos de selección y las políticas de contratación deben responder también a la productividad, de los departamentos de RRHH u otros, y que los recursos son los que son a la hora de hacer cribas cuando hablamos de cientos de personas, que esos mismo procesos facilitan el trabajo reduciendo a un solo click, el número de candidatos, tal vez, sólo al 10% del total, pero recuerden que ni en un cv, ni videocv, ni un perfil Premium de Linkedin, ni siquiera a veces en la propia entrevista, (que también incluye procesos de descarte), se podrá comprobar la valía de la personas para determinadas competencias o tareas. La capacidad de aprendizaje es infinita, independientemente de la edad y del sexo. Tengamos una mirada más amplia, mejoremos los procesos, para mejorar las oportunidades, seamos más humanos, humanizando también los procesos, veamos más a la personas y menos a los candidatos/as.
Los paradigmas profesionales se transformarán en una sociedad tecnológica, digital, muchos puestos desaparecerán tal y cómo los vemos ahora. pero las personas seguiremos siendo personas, con emociones, con plasticidad cerebral que nos permitirá seguir aprendiendo de manera más eficaz, creo que ningún SW ni la más desarrollada inteligencia artificial, podrá ver a través de la emoción que suscita, comunicarnos con alguien desde el corazón.